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PINCELADAS DE GRANADA
¿Quieres ver Granada? o Sentir Granada
Quién no conoce La Alhambra o el Albaicín. Quién no ha probado las Tapas, ni admirado el perfil de Sierra Nevada. No queremos contarte lo obvio. Queremos que conozcas las pinceladas de aquello que hace que tu viaje, lo acabes llamando «El Viaje».
Más conocida como la «Calle de las Teterías». Tan tradicional como colorida y tan mágica como estrecha. Déjate llevar por su ambiente y pensarás estar en otra ciudad.
Esta pequeña gran calle se enmarca en el Bajo Albaicín, lleno de bazares que nos recuerdan a los antiguos zocos árabes. En cuanto comenzamos a pasear su estrecha calzada de “empedrado Granadino” sentimos cómo debía haber sido vivir en una Medina Morisca.
Es el lugar perfecto para comprar todos aquellos regalos que queremos llevar de vuelta en nuestro equipaje, desde una cerámica de Fajalauza, hasta los mejores detalles de la artesanía marroquí.
Y tomar Té. Esto sí ha de ser de obligado cumplimiento. Entrar en cualquiera de sus Teterías, pedir una infusión de “Mil Flores” y dejar que tu mente vuele. No te arrepentirás de esta parada.
Para todos aquellos que no hayan tenido nunca la oportunidad de visitar por dentro una de las famosas Casas-Cueva de Granada, podrán hacerlo en este museo. Con solo las vistas que tendrás desde ahí, ya habrá merecido la pena.
Podrás admirar diez recreaciones de este tipo de viviendas, decoradas con innumerables elementos empleados hace un centenar de años. Es una excelente oportunidad para comprender el modo de vida y las costumbres de los moradores de estas cuevas. Además, su privilegiada ubicación, te permitirá disfrutar de una preciosa panorámica de la ciudad y del barrio con la Alhambra como protagonista.
El Museo Etnográfico y medioambiental del Sacromonte pone en valor todo el legado patrimonial de este singular entorno, recreando las condiciones de vida y oficios tradicionales de sus habitantes, al tiempo que expone de una extensa información sobre la historia del flamenco.
Técnicamente no es una isla, ya que no se encuentra completamente rodeada de agua. No obstante, las modificaciones en el cauce del Guadalquivir hicieron que, tras la corta de la Cartuja, esta zona pasara a estar bordeada por la dársena y el río y de ahí su actual nombre. La Exposición Universal de 1992 la urbanizó con pabellones de países y otras instalaciones, y se dotó de infraestructuras el entorno, que luego serían aprovechadas por el Parque Tecnológico e Isla Mágica. Cabe destacar la Torre de Triana y el Parque del Alamillo. Sobre este parque, se conoce que ya en el siglo XVII existía una zona en Sevilla llamada “El Alamillo”, mencionada incluso por Miguel de Cervantes, en su obra “El Rufián Dichoso” de 1615, y lo más probable es que se corresponda con ese lugar.
Casas tradicionales del barrio del Albaicín con maravillosos patios llenos de flores y fuentes. Tesoros que hay que descubrir si lo que queremos realmente es comprender la magia de Granada.
Tras elevadas tapias encaladas por las que se descuelgan yedras y enredaderas, con hermosos jardines en bancales, huertas y frutales, se esconde todo un universo privado e intimista de sabor andalusí.
Son los cármenes situados en los barrios granadinos del Albaicín, el Realejo y el entorno de la Alhambra.
Pequeñas alquerías que derrochan exuberancia y colorido fuera de sus paredes, sacudiendo de aromas a la ciudad durante todo el año con su perfume de rosas y jazmines. Si queréis disfrutarlos, aquí algunos ejemplos que os dejaran impresionados: el Carmen de la Victoria, el Carmen de Max Moreu, el Carmen de la Fundación Rodríguez Acosta y el famoso Carmen de los Mártires.